miércoles, mayo 31

PowerPoint



Atrás quedó la prehistoria del pizarrón y la tiza cuyos residuos llevaron a la tumba a muchas maestras asmáticas, las fichas traspapeladas en medio del discurso, o el bombillito del retroproyector que hacía sudar a mares al conferencista. Ahora con PowerPoint educarse es toda una experiencia lúdica: el destello de la primera lámina impone en medio de la penumbra una sensación tan parecida a estar en el cine, que provoca abastecerse de cotufas y deslizar el brazo sobre el hombro de la tipa adyacente para disfrutar como es debido de la función. Es que hay presentaciones arrechísimas, con dibujos tridimensionales, párrafos que saltan y dan vueltas como un ciclón antes de dejarse leer, video, audio y demás triqui traquis que importa un carrizo si el orador domina o no la materia, que con semejante despliegue audiovisual merece el Oscar más que James Cameron por Titanic.
Si algo amerita decirse, debe ponerse en láminas, decirse con PowerPoint. Traducido al español significa algo así como “punto energético”. ¿Qué energiza? ¡Pues nada menos que los genes de la memoria y la elocuencia! Y es que si al momento de la charla no abre el archivo de PowerPoint, el erudito caerá de bruces al foso de la amnesia y el tartamudeo: conozco a profesores que suspenden actividades porque se averió el video beam y no pueden “proyectar” la materia; mientras los gerentes desprovistos de esta aplicación son una especie desnuda, desamparada, peor a que si les arrancaran de cuajo los palitos de comer sushi.
Alguien que diserta sobre un tema a muela limpia corre el riesgo de ser confundido con un charlatán. Con PowerPoint, ni de vaina. Con PowerPoint se es un conferencista, un orador literalmente iluminado que ante una duda del público responde casi con enojo: “espere, que eso lo aclaro tres láminas más adelante”. Los espectadores pasamos a ser críticos de las bellas artes, concentrados en la reflexión: “debió ponerle menos letras y más dibujitos”, mirando fijo la pantalla no sea que el conferencista nos lance una pregunta por andarlo viendo a los ojos.
Según Microsoft al día se diseñan unos 30 millones de presentaciones de este tipo, 80 veces más que el número de bebés nacidos durante ese lapso en todo el planeta. Nadie es ajeno a su encanto. Si ahora los dirigentes exponen sus delirios en primorosas diapositivas (el papel aguanta todo, pero PowerPoint ¡lo anima!), y el secretario de la junta de condominio apela a imágenes prediseñadas para esclarecerles a dos vecinas cómo echar la basura por el bajante, no tarda el día en que su uso irrumpa en el espacio íntimo.
Llega uno tarde a casa para encontrar a la mujer, ya no blandiendo el anticuado rodillo, sino armada con una laptop y presta a proyectar ciertas laminitas. Tras un efecto de barrido horizontal aparece el icono de una tijera desbaratando corbatas y pantalones, seguido de un archivo Quick Time donde los hijos dicen adiós en medio de un mar de lágrimas para de inmediato la expositora desplazar el haz del apuntador láser hacia la imagen de la casa y el carro difuminándose inexorablemente, y de ahí a la frase con que toda buena muestra de PowerPoint cierra su rito, “Muchas Gracias”.

X-Men con guasacaca



Ya tenemos representante en el reino de los superhéroes: Windancer, morena de ficción nacida a los pies de El Ávila (ver dibujo de la piernona), se incorporó hace algunos meses a la galería de X-Men que edita Marvel, casa de comics creadora de El Hombre Araña, Hulk y Los 4 Fantásticos, entre muchos otros paladines. El origen de la gallarda compatriota, reza el volumen 2 de la revista "New Mutants", es tan criollo como el casabe: su madre fue liquidada durante unas protestas en Caracas, luego de lo cual la joven decide irse a vivir a Estados Unidos (una escuálida cualquiera) junto al padre que nunca vio de la moza (otro rasgo autóctono). Sus poderes son más que oportunos: domina el clima, puede volar, y escucha sonidos a gran distancia, talentos muy útiles en estos tiempos de vaguadas, un tráfico del demonio y presuntos cuchicheos golpistas.
Lo cierto es que ya echábamos de menos a una heroína que nos defendiera de tanto desmadre; aunque dudo que pueda darse abasto sola. Claro, es venezolana, y no perderá chance para, hervido de gallina mediante, instar a sus valerosos panas a que tomen partido. De dominó, en un principio.
- Linterna Verde quedó de traer el hielo y nada que aparece –dice nuestra Windancer, atareada en pelar la yuca para el sancocho mientras el resto de los superamigos descansa tras la dura jornada del día.
- Vamos, Zorro, no me ahorques la cochina. Ya sabes lo sensible que me pongo en estos casos –advierte Hulk.
- Díganle a Tormenta que venga a soplar la cavita porque las chelas están calientes –sugiere La Mujer Invisible (a quien desde hacía mucho no se le veía en la peña) cuando de imprevisto entra por la ventana el titán arácnido, notablemente aporreado-. ¡Hombre Araña! ¿Qué te pasó?
- Coño, que uno está acostumbrado a guindarse del Empire State o del Rockefeller Center, pero de cómico se me ocurrió trepar la torre este de Parque Central y me deshociqué entre aquel poco de escombros.
- Peor le pasó a Aquaman, que quiso salvar unas toninas en el lago de Maracaibo y se quedó atarugado entre la lemna. Aun es hora que no sale –dice la Mujer Maravilla.
- ¿Y eso que no ha llegado tampoco Superman? ¿Le habrán puesto kriptonita en el trago? –se muestra preocupada Elektra.
- No, mi´ja, es que anda de Clark Kent matando tigres para una revista de farándula. El pobre está comprometido en una lucha extenuante –informa Lobezno.
- ¿Contra alguna invasión alienígena u otra trampa puesta por Lex Luthor?
- No, sobreviviendo con el salario de reportero. Que esa sí que es una tarea ciclópea –admite Batichica-. Pero mosca con lo que le dicen, que el otro día divulgó en su columna de chismes que Gatúbela anda arrejuntada con El Fantasma.
- ¡Acaban de pasar por Globovisión que se está quemando una peluquería de Carmelo! –apremia Daredevil-.¿Quién parte a cumplir con este insoslayable deber?.
- ¡Oh, a mí no me miren!, que tengo seis meses de salarios caídos y no voy a andar de jaleti trabajando horas extras –dice Flash.
- Es que esto de ser superhéroe es cada día más dificultoso –lamenta El Zorro-. Y ahora con la dura competencia de más de uno por ahí queriendo salvar el mundo…
- Yo como que me regreso a Ciudad Gótica –acota Batman-. Que esto no lo arregla ni Mandrake.
- No seas así, mi negro –ruega Robin, ostensiblemente pasado de palos- ¡Y vente pa´ca con tu Antorcha Humana!

lunes, mayo 22

Noticias sin glamour



La semana pasada sugerimos en el presente espacio la posibilidad de que los cronistas de sociales pasearan su afinado estilo por las diversas secciones del periódico, con el objeto de mitigar la dureza de las noticias diarias. Aunque, pensándolo bien, cumplir esa idea tendría como efecto boomerang una ingrata repercusión: los corresponsales del sarao volverían a su fuente habitual contaminados de realismo, pretendiendo informar sin pelos en la lengua lo que realmente ocurre en ese striptease de la naturaleza humana que es todo guateque ¡Querrían ser veraces! Dios ampare la noche de tanta franqueza.

ASIMETRÍA PRIMAVERAL
En animada tertulia celebró sus quince primaveras Amadea Rotundo, señorita perteneciente a un hogar capitalino que amasó gran fortuna gracias a numerosos tejemanejes consumados en tiempos de la IV República. Y lo que va de la V. Al menos la riqueza es un punto a favor de la doncella, que en los círculos sociales se duda insistentemente que haya carricita más fea y malasangrosa. Parece mona chupando limones. Y para mayor disgusto empotrada en aquel modelo en organza con un enorme lazo de tul dispuesto sobre la rabadilla, sin duda ideado de tal forma por un reconocido diseñador francés para compensar el tamaño de la cabeza de la escalofriante damita.

BRINDIS SANDUNGUERO
En un marco musical animado por un diestro arpista, transcurrió en la Quinta Esmeralda el brindis de bienvenida al nuevo presidente de una compañía muy reconocida en el mundo empresarial por evadir impuestos y no pagar las cuotas del Seguro Social y del INCE. Las damas departían animadamente, mientras los caballeros disfrutaban gustosos la sobria velada... sobria hasta que se les subieron los palos a la cabeza, y el sector de damas afín al nuevorriquismo, tacón en mano, solicitó encarecidamente al arpista que se largara y pusieran a cambio una de Don Omar o Daddy Yankee, mientras desaparecían en enormes cantidades las bolitas de carne de tercera y el güisqui ostensiblemente puyao.

ENCHUFE MATRIMONIAL
El pasado sábado contrajeron nupcias en la Iglesia del Perpetuo Socorro la pechugona Jacinta Benavides y Joaquín Torrolosano, próspero empresario del sector metalúrgico y quien le llevaba no menos de dos décadas a la presunta señorita. La bombona de oxígeno del novio estuvo majestuosamente decorada con lilas y azahares. Es de destacar el momento cuando el viejo verde intentó quitarle a la bichita el liguero con los dientes, y la plancha rodó al piso mientras el marido de una de las madrinas ponía fin a la velada a punta de golpes y patadas luego de que el suegro del novio, pasado de palos, intentara meterle mano a una tercia.

AGUANTE DE ORO
La pareja conformada por Pedro David Berroterán y Carmen María Martínez-Saulón Peraza Vegas Rausseo Benavides Choulon de Berroterán, alias la Pepa, cumplieron la bicoca de cincuenta años de vida matrimonial. La noche estuvo signada por la actitud de los festejantes, concentrados en simular júbilo pese a tan prolongado karma. Durante la ocasión los invitados fueron servidos generosamente con finos quesos y delicatesses, aunque a las lenguas viperinas allí presentes se les escuchó decir que, dada la edad y los años de casados de los anfitriones, hubiese sido más útil Tartaletas de Rompecolchón y Croquetas de Vuelve a la Vida ¡Salud a los mártires!

miércoles, mayo 10

Noticias con glamour




La primera plana de los periódicos es un duro pescozón al optimismo, una cucharada de hiel que agria el café de la mañana; pero, a la vuelta de algunas hojas, acude gratamente el oasis de la crónica social donde los fotografiados sonríen a la cámara mientras menean radiantes un palo de whisky, la compañía es siempre amena y los tequeños circulan en procesión infinita. Por eso digo que, para desestresar a un país abrumado por las diarias contingencias, al menos una vez a la semana los reporteros de sociales deberían cubrir las noticias de las diversas secciones del periódico. Y es que a Osmel Sousa, pionero de la industria de la belleza y ahora un destacado comentarista de la noche, le agradeceríamos infinitamente que paseara su pluma por las fuentes de sucesos, política o economía para, al término de una exhausta jornada reporteril, entregar una primera página que nos remoce el contento. Leamos.

SIMULACRO FASHION

La presidenta del CNE lució regia durante el simulacro de votación realizado ayer en Nirgua, pintoresco caserío del estado Yaracuy conocido en el mundo entero por su generosa producción de mijaos y bucares. La funcionaria, luciendo para la ocasión un modelo con finas aplicaciones en cristales que combinaban espléndidamente con la máquina captahuellas, dijo emotiva no encontrarse alineada con ningún sector, aunque sí gusta mantenerse a la línea gracias al conteo manual de calorías, expresó.

TERTULIA EN LA BARALT
Una dama perteneciente a un querido hogar fue la anfitriona de una revolcona aplicada por dos sujetos muy conocidos en los círculos hamponiles caraqueños. El concurrido asalto, en un marco musical de sandungueo y en el que no faltó en ningún momento la burundanga, contó con la asistencia de numerosos mirones que formularon sus mejores votos a la recién atracada para se recupere prontamente de la golpiza. Luego tuvo lugar la denuncia en la sede del Cicpc, decorada para la ocasión con esplendorosos grilletes y sobrias efigies de las autoridades.

BELLA EN LA VÍA DE CONTINGENCIA
Tras la caída del Viaducto 1, las guaireñas que se desplazan diariamente a Caracas para cumplir con sus compromisos laborales aprovechan las horas de espera para lucir hermosas, como es costumbre de la mujer venezolana. Mientras arriban a su destino, se aplican lociones bronceadoras antes de someterse a la resolana matutina, o improvisan con sus dientes prolijas podas de cutícula. Autoridades del Minfra consultadas al respecto, recomendaron a las pasajeras abstenerse de usar laca pues a causa del polvero levantado por la vía en construcción, las partículas tienden a adherirse al cuero cabelludo, restando brillo al peinado durante el paso por la trocha.

ARREMETE CRISIS HOSPITALARIA
En un recorrido por diferentes centros de salud comprobamos la horripilante crisis que aqueja a este sector. La falta de jeringas y vendas sale y vale, pero... ¿que no haya bisturís para liposucciones, ni siquiera una gotica de Ervamatin o ¡madre mía! yeso para las fajas? “No hay derecho”, protestó una paciente a las puertas del Magallanes de Catia, a donde debió llevar su propia silicona para someterse de urgencia a un implante mamario.

sábado, mayo 6

Envidiar con clase

“Es que me tienen envidia” es la frase de la que se sirven muchos pelagatos tras saber que alguien echa pestes en su contra; pero ¡un momentico!, presuntos envidiados que invocan tan arbitrariamente el feo sentimiento de la envidia, sepan de una buena vez que ser destinatario del reconcomio es un privilegio ajeno a las multitudes: envidiar al sujeto que en el banco sostiene el número de ticket próximo a aparecer en pantalla, por poner un caso, es una muestra de mal gusto y un desperdicio de energías pues quien merece ser envidiado es el magnate que ni siquiera tiene que ir al banco. O mejor aún, el dueño del banco.
Dijo Napoleón (¡gracias, www.proverbia.net!) que “la envidia es una declaración de inferioridad” ¡Por supuesto! Pero también, se sabe, la cara sórdida de la admiración, de allí que haya que prestar mucho cuidado al momento de mirar hacia arriba para echar mal de ojo pues los motivos que disparan la envidia reflejan la materia de la que está hecha nuestra alma. Pasar la noche en vela revolcándonos por los logros ajenos, requiere de mucha dignidad y sabiduría para diferenciar la paja del grano.
Al igual que se dice del amor, también la envidia mueve al mundo y anima a perseguir altas metas, Modigliani pintó sus mejores obras incitado por su envidia a Picasso y a la rivalidad entre Steve Jobs y Bill Gates le debemos maravillas. A diferencia de estos sofisticados ejemplos, abundan los reconcomidos de gusto grueso, aquellos que se mortifican ante los 10 bolívares extra en cestatikets que recibe un compañero de trabajo o porque un amigo ganó 300 bolívares en una tripleta. ¡No, señores! Hasta para incumplir el décimo mandamiento debemos mostrar respeto por nosotros mismos y cuando toque farfullar entre dientes la humana pregunta “¿por qué yo no, diosito?”, que no sea inspirados en el sujeto de la tripleta sino en el afortunado ganador de los 10.500 acumulados más el camión.
Si vamos a ser unos envidiosos, que sea por una razón que lo justifique, escribir con la soltura e ingenio de Luis Fernando Verissimo, Clooney con aquel mujerero apurado por empelotarse a sus pies, o el expedicionario que presencia en la cima de una montaña los pétalos del cactus austral que solo florece cada cien años.
Yo no malbarato fuerzas envidiando al primo que compró un bonito apartamento en el este de la ciudad. Nada que ver. Yo lo que envidio es vivir en Suiza. Me importa un carrizo que un condiscípulo sepa todas las respuestas del examen. Yo lo que quiero es que no haya examen. No me interesa que un compañero de oficina reciba esos 10 bolívares extra en cestatikets, a mí lo que me revuelve las tripas es el “sueldo” de Carlos Slim, la destreza de Schumacher ante el volante, los jeques y sus harenes, la maldita suerte de Brad Pitt, cada línea que leo de Cortázar y ni hablar del astronauta que contempla extasiado la Tierra desde una escotilla.

jueves, mayo 4

Centro de mesa




La firme resolución de alojarse en un área contigua de donde será servido el buffet decae bruscamente cuando, tras un meticuloso examen al salón de fiestas, la doña concluye que el calibre de determinado centro de mesa es muy superior al del resto, sin importar su paradero junto a los baños o al pie de las cornetas estridentes. La señora avanza con aplomo hacia el fragante tesoro, como si entre caléndulas y follaje de eucalipto aguardase la vacuna contra el cáncer; pero -¡oh desgracia!- otra doña, alentada también por el hechizo que irradia el señuelo, irrumpe para preguntar si esas otras sillas están desocupadas, y sin que medie respuesta se instala en el teatro de operaciones donde las matronas entablarán una sutil pero feroz lucha por adueñarse del florido botín.
El resto de los invitados se abandona a las trivialidades de la celebración sin sospechar la disputa que las gladiadoras libran sobre la arena de un mantel. Se vigilan una a la otra con interés despiadado, calculan fuerzas, evaluando mediante diversos ardides el poderío de la adversaria:
- Mucho gusto. Yo soy la madrina del novio… – abre fuegos la primera.
- (Pero) yo soy la tía de la novia –embiste la otra.
- Uhmmmm, qué bien – farfulla la de la autoestima con el ojo morado, que en estos casos tía mata madrina. Pero el torneo apenas comienza. Con premeditación la agraviada responde, como al vuelo: “Qué bonito el centro de mesa”. ¡Coño! Ni Sun Tzu. El comentario dicho con ingenuidad postiza no admite otra lectura que no sea: “¡yo lo vi primero!”.
A estas alturas las relaciones de poder alrededor del cuadrilátero se encuentran nítidamente establecidas. Las nueras claudican pues sería una ofensa imperdonable pretender llevarse a casa el centro de mesa (intentarlo encendería el odio de la suegra, con toda razón, por desubicadas y codiciosas, que ya las mozas tienen para disputarse el bouquet de la novia); mientras los hijos varones presagian el amargo desenlace padecido ya en anteriores bodas, quinceaños y bautizos: ayudar a subir el perolero al carro. Y es que para muchas damas el éxito de una fiesta es proporcional a la complejidad de los malabarismos practicados a la salida con la porción de bolo en una mano, en la otra el plato profuso de tequeños (“para picar mañana”) y, sobre la cabeza o entre las rodillas, el centro de mesa.
- Qué divertido se ve el trencito –alude espléndidamente una al momento de la Hora Loca, con el fin de que la antagonista baje la guardia en medio de un reggaetón, y arrimar hacia sí el trofeo (escasos milímetros de cercanía resuelven la pelea por knockout).
- Es que me duelen los pies –responde la otra, ni pendeja que fuera.
El anuncio de que el buffet está servido es determinante. Uno de los maridos ruega a su señora que vaya a buscarle un plato, que a él le da flojera (lo cierto es que ni loco le quitaría los ojos de encima a ese centro de mesa codiciado por los caballeros en los saraos: las gotas que aún le quedan a la botella de whisky). La legionaria parte a cumplir con su deber y regresa cargada con sendos manjares, lo antes posible, esquivando como una contorsionista al resto de los invitados y las otras mesas, sedienta por recordar esa noche el peso de unas flores entre las manos.

lunes, mayo 1

Correo de los lectores



El espacio ofrecido por los periódicos para que la ciudadanía eleve su voz ante arbitrariedades y requerimientos de toda índole, tales como la inadecuada prestación de un servicio o las solicitudes de albúmina humana, constituye una espléndida iniciativa que hemos decidido reproducir en la presente oportunidad para que no quede duda del compromiso social que acrisola a esta sección. Transcribimos líneas abajo un primer bloque de peticiones y quejas llegadas a nuestro correo electrónico, y que ponemos a disposición de todos ustedes con el propósito de denunciar a tanto bicho de uña que anda suelto por ahí. No hagas del silencio un cómplice.
“He sido víctima de publicidad engañosa. Durante la época de noviazgo con quien ahora es mi esposa, ella lucía del carajo cuando iba a buscarla para ir al cine, salía perfumadita, hartamente cariñosa, confiándome en susurros sus habilidades para la elaboración de pastichos y antipasto ¡Hasta llegó a jurarme que era virgen! Luego de nuestra comparecencia ante el altar, todo resultó ser falso de toda falsedad; por lo que a través de estas líneas me dirijo a la Defensoría del Pueblo para que tome las acciones pertinentes en tan vulgar fraude”. Rogelio Becerra, Calabozo.
“Quisiera denunciar ante el Indecu a la escuela de actuación donde me dijeron que saldría convertido en todo un Robert De Niro, en un talento dramático que recitaría los parlamentos con mucha naturalidad y sin tener que repetir las escenas una y otra vez ¡Estafadores!”. Protagonista de telenovela, de Barcenas a Río.
“Me guztaria dar las grasias a los magisteriales pedacojos de mi inlustre unibersidá por las marnanima henseñansa que ají haprendy y ke me incieron un hombre de vien en fabor de esta enselsa apatrida”, Gocé Peñañoza, Caracas.
“¡Tú qué hablas, muérgano! Yo que juraba que eras abstemio porque de novios nunca te vi llevándote un palo de ron al gañote. Llegabas a casa para sacarme al cine, siempre amabilísimo, muy romántico el señor, que primero muerto antes que ponerle la mano a una mujer o eyacular precozmente. Pero el caso ya está en la Unidad de Atención a Víctimas Especiales del Cicpc”. Tomasa de Becerra, Calabozo.
“Debido a la presión atmosférica tras subir el teleférico de Mérida durante la pasada Semana Mayor, se me escarchó el seno izquierdo, el pómulo derecho, la labio inferior y ambas nalgas, por lo que necesito de urgencia un donante de silicona”. Jacinta Bustos, Clínica estética “El Soplón”.
“Mi esposa está desaparecida desde el pasado fin de semana. Mide un metro cuarenta, pesa 96 kilogramos, y de su físico destacan la verruga sobre la nariz y algunos vellitos que sobresalen de sus orejas. La última vez llevaba un body de lycra enteriza. Si alguien la ve, pregúntenle dónde dejó guardado el sacacorchos”. Felix Cortés, Bar “El Latigazo”.
“Quisiera denunciar a mi madre, a mi padre, al cura de la iglesia de por mi casa y a mis maestros de bachillerato, ante la Fiscalía General de la República porque desde chiquito me decían que no había monstruos bajo la cama y si estudiaba con aplicación para sacar buenas notas, decía mucho “con permiso” y hacía un postgrado, me iba a ir bien en la vida”. Filomeno Iriondo, línea de taxis “La Esperanza”.