miércoles, junio 27

Candy al banquillo

Basta sintonizar en la tele caricaturas japonesas para que salten a la vista mujeronas cuyas minifaldas revelan picones fuera de su órbita, muslos como perniles y pechos que hacen lucir macilenta a Roxana Díaz. Los animes o dibujos animados nipones son blanco de críticas por su carga sexy y violenta. No soy experto en la materia para decir lo contrario, pero sí disiento rotundamente de quienes afirman con nostalgia que las “comiquitas de antes” eran la pulpa del candor.
Popeye, por ejemplo, fue el colmo de la doble moral, un fumador compulsivo que ni para masticar la nutritiva espinaca se sacaba la pipa de la boca; la continua represión ejercida por el agente Matute contra Don Gato y sus pandilla era una muestra indignante de brutalidad policíaca; mientras la obsesión de la Gata Loca por Ignacio reflejó la suma de los síntomas del acoso sexual moderno.
También ayer proliferó la paternidad irresponsable. El caso más bochornoso fue el padre de Marco, quien negligentemente dejó que su hijo de 12 años se embarcara solo en una travesía a otro hemisferio en busca de la madre, luego de que ella lo abandonara por ir tras el vil metal (nunca envió ni medio a casa). Siempre sospeché que la doña no quería ser encontrada: el porfiado carricito ingresaba a una habitación justo cuando la madre salía -¿casualmente?- por la puerta trasera o una ventana. Nadie venga a decirme ahora que tanto desencuentro fue fruto del azar. No, señores. La vieja se le estaba escondiendo.
Aunque lo más depravado fueron las incidencias románticas de Candy Candy, carajita por cuyos devaneos amorosos suspiraron las niñas de hace un par de décadas, y de quien los varoncitos solíamos burlarnos mientras comentábamos públicamente hazañas de Mazinger Z o Fantasmagórico; aunque, a escondidas, no nos pelábamos ni un episodio hasta descubrir quién se pasaría por el filo esa semana a la huerfanita más retozona del hogar de Pony.
Latinoamérica no se distingue por la producción de dibujos animados de éxito masivo; pero el espacio más popular destinado por estos lares a la chiquillería, El Chavo del Ocho, entraña secretos inquietantes ¿O alguien sabe qué hizo y sigue haciendo Doña Florinda cuando recibe en casa al profesor Jirafales y cierra la puerta sin dejarse ver por un buen rato? ¿Sería –y por qué- la madre de Kico quien apodó al educador “maestro longaniza”?
¿Ven? El destape de las heroínas de los dibujos animados es signo de franqueza y, de paso, un estímulo para el encuentro familiar: nunca como ahora padre e hijo comparten, sin pestañear, tardes enteras frente a la tele hasta que abate el cansancio y acuerdan el paréntesis de una partida de videojuego. Pero no de aquella pelotica que rebotaba de un muro a otro con predecible cadencia, nada de eso, sino excitantes aventuras de Lara Croft y su bermudita ídem.

7 comentarios:

Julius Contreras dijo...

Bueno, lo de Marco habrá que reclamarle al fallecido escritor italiano Edmundo de Amicis, creador del cuento "De los Apeninos a Los Alpes", sobre la que se basó el dibujo en cuestión, donde, si, el padre deja ir a su hijo pequeño a Argentina para buscar a la madre. Bueno, el guiso parece que viene porque la madre no enviaba ni un cobre a casa, y quisieron saber su paradero. Pero en el cuento Marco recorre a las justas tres provincias argentinas. En el dibujo se recorre el país entero.
Y bueno, sobre Doña Florinda y Candy era cuestión de imaginación, pues. Cuando niño (en aquella época) no eramos mal pensados. No se puede uno imaginar cosas sobre cosas que se desconoce, y el sexo era una de ellas. Saludos

Lugnita dijo...

"la huerfanita más retozona del hogar de Pony"

Jajajajaja, hacía días que no me reía así, GRACIAS COÑO.

Dabart dijo...

... y lo peor es que cuando llegaba jirafales a casa de doña florinda, kiko SIEMPRE salia a jugar con el chavo....

Anónimo dijo...

¿y que me dices de la Pantera rosa, de dudosa moralidad? Nunca se le conoció pareja conocida y ese color rosa, ujum...

Anónimo dijo...

eeehmmm...
me choca un poco este tema
pero tienes razon...
la gente critica mucho a los animes de hoy en dia
pero tampoco los animes de hoy son malos!
aunque hay uno que me revienta de lo malo que es(dragon ball z)
y coño tienes razon con lo de de marco
que mama pa mala sino queria hijos pa que tiro?
el pobre chamito sufriendo buscandola...
que histori tan triste
pero, de que seria un anime sin misterio?
weno,y tambien es cierto lo0 del chavo!
otra cosa...
que mujeres tan idiotas!x dios!!
como se vna a comparar ellas con un dibujo!!
QUE ESTRE CON ELLAS!!
despues se kieren haer la lipo y toda esa mierda para ser plasticas
y le da un infeccion y ect...
se mueren pobresitas!!
x dios!!
que idiotas!!
naguara y popeye un adicto a fumar
me parecer raro que no le haya dado un infarto-_-!!

Irina López dijo...

El tema de Candy es complicado. Hay quienes se jactan y la acusan de promiscua, de calentar a Anthony, Terry, Archie, Abert, de traficar feromonas (todos se enamoraban de ella de una), de incitar a la pedofilia, ¡de pavosa! (a donde llegaba ocurría una tragedia) y de tener apodo de operadora de línea caliente, pero no son más que inculpaciones a la ligera, las cuales obedecen a la falta de atención a pequeños y relevantes detalles:
Una adolescente a la que se le han despertado las hormonas, ¡jamás!, leáse bien, ¡jamás!, saldría peinada y vestida así a la calle. Era obvio que no deseaba la atención masculina, ni femenina, en cambio desde niña se crió con un mapache, hablaba con los pájaros, jugaba con monos y el capítulo final lo pasó en un zoológico ¿Dónde estaban Bioma, Fudena, PETA y las organizaciones que velan por la protección de los animales? La tipa no sólo era zoofílica, sino que tenía años zampándose a Clynn.

Anónimo dijo...

NA GUARA DE RATA DE PANA QUE TIENES RAZON LA NIÑITA CON CARA DE SANTICA SE LOS TENIA A TODOS MAS UNO CON ESA COMIENDO DE la mano a cuenta de que era huerfana y cara de mosquita muerta.

PD:jajajajaja de verdad demasiado bueno siempre los leo y muy bueno el comentario de La tierra del cacao de verdad.