lunes, diciembre 10

En la zapatería

Comprar zapatos es una actividad que diferencia a los hombres de las mujeres a las puertas de una zapatería. Un hombre se percata de que necesita zapatos cuando comienza a sentir entre los dedos las piedras del camino; entonces entra a una zapatería y pide un modelo muy parecido al que lleva puesto para, al momento de probárselo, descubrir que sus medias lucen un hueco enorme por donde se asoma media pierna. Los criterios para la compra son la durabilidad y el confort, es decir, que el zapato no prense los juanetes tras doce horas de uso continuo.
Pero en las mujeres (y los metrosexuales) adquirir calzado ejerce una sólida fascinación. El operativo se inicia semanas antes, con el análisis de los ejemplares apilados en el closet. Luego de cerciorarse de que su actual provisión de treinta pares no basta, se abandonan sin culpas a la ceremonia preliminar: hacerse la pedicura, o al menos un adelgazamiento de callos con piedra pómez para disimular cualquier semejanza con los pies de Pedro Picapiedra.
A quienes somos arrastrados por nuestra pareja a este martirio, impacienta: 1) destinar toda una tarde viendo vidrieras, desde donde ella imagina su pie alojado en modelos carísimos que el presupuesto descartará en la última ronda; 2) luego de recorrer los seis niveles del centro comercial, el modelito escogido es el del primer establecimiento visitado; y 3): requerir varias tallas menores al 40 con que la naturaleza la castigó, que en estas circunstancias tener pies grandes -para los que no se han inventado, todavía, liposucción o Pilates que valgan- aflige más que una úlcera duodenal.
Tras discutir pormenores de colores y precios, la vendedora se acerca trayendo entre sus manos la caja con el decimosexto modelo elegido. Pero la mujer no ve una caja sino un cofre ocupado por una promesa. A estas alturas ya ha puesto a un lado el carcamal con que llegó allí, esa cáscara desgastada por los viejos pasos, y contiene la respiración mientras reproduce el gesto de quien mide con la punta del pie la temperatura del mar. Durante el breve plazo en que la prenda remonta la loma del metatarso, a la clienta la recorre el estremecimiento de aquella chica del cuento que, calzándose una zapatilla, emprende la reconquista del reino.
Sospecho que para una mujer comprar zapatos es un simulacro de recuperación de la virginidad. He ahí el peligro y el misterio. Nadie sabe en qué piensa cuando se prueba uno. Podremos suponer que pretende estrenarlo durante Nochebuena; pero hay damas convencidas de que un calzado magnífico luce hasta cuando se lleva en la mano para no despertar a nadie mientras huyen de casa a medianoche, sigilosamente.
Compadre, avíspese ante una mujer con zapato nuevo. No camina de la misma manera, habla y sonríe diferente, recorre con otra firmeza el camino.
Como si pisara el mundo por primera vez.

12 comentarios:

Unknown dijo...

Coño!
Que clase de mujer seremos mis hermanas y yo?
Es que encajamos en la descripción del procedimiento masculino de comprar zapatos, incluido el hueco en el calcetin!!!
Yo compro calzado solo cuando lo necesito o... si voy caminando y me gusta un par lo compro, pues me da una la...lla anadar de tienda en tienda probándome vainas. Caso similar al de la compra de ropa, aclaro también.
Pero... tienes una razón del carajo... el grueso de la población femenina es así.
Dios bendiga a mi madre jejejejeje
saludos

Anónimo dijo...

jajajaja demasiado bueno, ya había leído tu blog, pero se me había perdido hace tiempo. Tienes un humor exquisito.

Guarandina

Tcalo dijo...

está muy bueno!!! aunque como feminista que soy no me gusta la generalizacion... no todas somos tan adictas/necias al momento de comprar un par de zapatos... supongo que puedo aceptarlo por amor al humor! :)
saludos!!!

Joanna dijo...

Bueno, yo si lo acepto soy super necia al momento de comprar zapatos y uno nunca tiene zapatos suficientes en el closet, siempre ta falta algun par :P

Unknown dijo...

Creo que en este tema no estoy del lado de la mayoría. Yo busco calzados cómodos, en primera instancia, luego que no sean muy llamativos, me gustan bien sencillos y clásicos, para que no pasen de moda. Perdón mujeres!!...creo que salí fallada

Yudith Valles de Perez dijo...

Te felicito Castor, tremenda descripcion de ese lado femenino con relacion al calzado, excelente!

Anónimo dijo...

Me meo de risa.

Andrés Schmucke dijo...

Mi estimado que blog tan bueno tiene usted aqui... Yo no sirvo para comprar nada, soy sumamente indeciso y cuando me decido pues ya han comprado lo que yo debi comprar (que para más señas esta agotado), así que me quedo sin nada... y la ropa se me acaba...

Un saludo y repito excelente blog...

Unknown dijo...

Castor te pasaste.....jajajajaj donde me dentí más identificada fue en eso de ir por todo el centro comercial para luego comprar en la primara tienda :S. Pero es que como que niego a decubrir lo que tienen las otras! No me juzgues a mi, juzga la variedad jajaja

Saludos!

Mevlana-Neófita dijo...

17 y 18 DE DICIEMBRE: PROTESTA PACÍFICA CONTRA CAZA DE BALLENAS Y PETICIÓN PARA QUE EN CHILE SE CREE UN SANTUARIO DE BALLENAS.



A través de la presente carta se invita a todas aquellas personas chilenas y medios de comunicación que se sientan comprometidas con el medio ambiente y la vida animal a unirse a una campaña que pretende protestar de forma pacífica por la cruel matanza de ballenas que está realizando Japón según ellos con fines científicos.

Organismos Internacionales y ciudadanos de otros países

Les rogamos nos apoyen en sus respectivos países durante los días 17 y 18 de diciembre de estás u otras formas. Les pedimos además que divulguen esta información en los medios de comunicación de sus respectivos países y entre sus conocidos.



Propósitos


1. Pedirle al Gobierno Chileno que evite la entrada de barcos Japoneses a nuestros territorios para llevar a cabo la injustificada caza de ballenas.

2. Obligar al gobierno Chileno a que solicite continuamente ayuda a organismos internacionales.

3. Que se impida ahora y en un futuro una caza de éste u otro país de tantos ejemplares de ésta o cualquier otra especie.

4. Declarar las aguas jurisdiccionales chilenas como Santuario de Ballenas.




Manifestación

17 y 18 de diciembre 2007

Existen tres modos de manifestarse:


1. Colocar en el automóvil, bicicleta, micro, taxi u otro medio de transporte el siguiente mensaje dirigido a la presidenta de nuestro país, la Sra Michelle Bachelet “PRESIDENTA BACHELET, IMPIDA LA CAZA DE BALLENAS POR PARTE DE JAPÓN”

2. La segunda forma de manifestarse es usar en la muñeca amarrada o enganchado en alguna parte de nuestra vestimenta un lazo verde ya sea de cinta, lana u otros.

3. La tercera y tan importante como las otras es firmar la carta que Greenpeace ha elaborado. Para pincharla se debe ingresar a la siguiente dirección: http://www.greenpeace.org/international/campaigns/oceans/whaling/great-whale-trail/make-the-call-for-whales







www.estamosenpeligro.blogspot.com

Ari dijo...

jaja Que bueno este relato de la necedad de las mujeres, quizas existan excepciones, pero del resto la necedad para comprar unas sandalias o unos zapatos es una exageracion y si despues no le gusta no se lo ponen mas nunca, lo peor es q calzan al rededor de 33 y 34 la mayoria, porque sino uno mismo agarra esos zapatos y se los pondria para jugar futbol aunque sea.

Saludos!!

Anónimo dijo...

Soy yo..me imagino que te informaste con tu eposa porque nos describes tak cual y no eres adivino