sábado, agosto 9

Bailando con hambre

Tras la excelente acogida de Bailando con las Estrellas, luego con las reinas y, recientemente, con los gorditos, se anuncia para las próximas semanas el estreno de otra variante de tan exitoso formato televisivo, Bailando con los Abuelos. Como -por lo que se ve- este género de distracción aún dista de agotarse, sospechamos el surgimiento de versiones infinitas con igual ingenio y que, sin duda, reflejarán la muy resbaladiza pista de baile en que tiende a convertirse el territorio nacional:

Bailando con los Sobones del Metro
Aquellos sujetos que gustan propasarse manualmente con sus compañeras de viaje dentro de dicho medio de transporte, serían puestos a echar un pie con ricas mamis, quienes improvisarían frente a la audiencia un sinfín de malabares para que los depravados no les metan la mano hasta el tuétano.

Bailando con los Comerciantes
Supondría llevar a la pantalla chica el regateo recomendado semanas atrás por altas instancias oficiales como medida que minimice la embestida inflacionaria (lo novedoso sería la incorporación de fondo musical, pues desde hace mucho las amas de casa vernáculas despliegan frente a la caja registradora, pasos de mambo, samba y hasta de cha cha cha para estirar la quincena).
Bailando con Lobos
La película protagonizada por Kevin Costner hace casi dos décadas empezó todo. Podría hacerse una adaptación con cachicamos y rabipelaos.

Bailando con los Desaseados
Participarían los concursantes de pasadas ediciones, aunque durante los ensayos y la exhibición ante las cámaras se les prohibiría terminantemente usar desodorante. Resultará entretenido observar cómo las parejas mantienen la concentración y esa sonrisa imbatible que siempre exige el jurado calificador.

Bailando con los Atracadores
Se reunirían a célebres azotes de barrio para improvisar vivaces performances con ganzúas y patas de cabra. Esta variante, sin duda, se robaría el show (podría pensarse en una edición suplementaria con tombos y agentes aduaneros).

Bailando con el Amigo Imaginario
Una manera de incluir a los tímidos, desequilibrados mentales, y a la gente muy fea a la que nadie saca a bailar.

Bailando con los Tetrapléjicos
Sin comentarios.

Bailando con las Suegras
Durante la competencia el yerno aprovecharía para machucarle los pies, propinar “accidentales” codazos en la boca del estómago y -tras una compleja pirueta en el aire- dejar caer aparatosamente al piso a tan necia compañera de baile.

Bailando con el Ballet del Teresa Carreño
Propuesta que revolucionará el formato pues, por primera vez en este tipo de competencia, los participantes actuarían de manera impecable, desplazándose sobre el escenario con una gracia sin igual… ¿O eso era antes?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

bailando con el amigo imaginario... lo hago hace mucho! el problema es cuando me pisa un callo...

Anónimo dijo...

bailando con el amigo imaginario... lo hago hace mucho! el problema es cuando me pisa un callo...

Yudith Valles de Perez dijo...

Creo que se te paso Bailando con los Gorditos o Sudando la gota gorda! Pasa por mi blog te deje algo. Besos

Antares dijo...

Como siempre muy divertida esta crónica. Lo que me intriga es como conseguiste que uno de Los Arroceros posara para la imagen de este post.
he intentado bailar "Regateo" con los comerciantes pero se hacen los locos y miran para otra parte. Ni que decir si inventamos Bailando con los funcionarios públicos, el mes pasado estuve en un maratón de 3 días con los del Seguro Social.. agotador

Anónimo dijo...

jajaja
muy pero muy bueno
felicitaciones
muy bueno el blog
adios