domingo, octubre 5

Este bonche es un bochorno

Ninguna persona es la misma en el trabajo o en su casa que en un fiesta: el espacio que va de la mesa de pasapalos a la cava donde se enfrían las birras, aloja un surtido grupo de invitados cuya juiciosa estampa inicial va cayendo lastimosamente a medida que avanza el jolgorio, ocasión cuando el tercer trago servido libera al hombre lobo que muchos invitados llevan dentro. Con el ánimo de alertar al anfitrión, en las siguientes líneas referimos algunos de los bochornos que tocan a nuestra puerta apenas se anuncia el bonche:

LOS ARTISTAS
Llegan temerariamente con una guitarra terciada al hombro y -se ha visto más de un caso- hasta un CD contentivo de los demos inaugurales de su “promisoria” carrera artística. Esperan con ansias a que encienden las velas del pastel para cantar a todo gañote el cumpleaños, restregándole así al resto de los asistentes la dudosa magnitud de sus atributos vocales. De ahí en adelante, no habrá manera de hacerlos callar.

LOS INSACIABLES
Son de rápida identificación porque, apenas se asoman a la puerta, indagan con aires de arqueólogo el área donde acontece el festejo, no para saludar al cumpleañero o a la pareja de recién casados, sino para ubicar la mesa de los pasapalos. Acto seguido y por el resto de la velada, se atrincheran estratégicamente junto a los refrigerios, emprendiendo cada cuarto de hora un peregrinaje similar al del los musulmanes en torno al Muro de los Lamentos; pero, en este caso, alrededor de las tartaletas, los quesos, los ojos de buey, las salchichitas inmesas en salsa rosada o cualquier otro género de bocadillos que el anfitrión haya tenido a bien servir. Son a ellos quienes, concluida la velada, camino al carro, les rebosan las manos de servilletas convertidas en improvisados cotillones.
LOS CRITICONES
Tras un proceso de observación cuya rigurosidad nada tiene que envidiarle al método científico, los censores de las fiestas, cuales magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, despachan fallos inapelables sobre el peinado de la novia, el mal gusto en la selección de la lencería que abriga las mesas, o la miserable vestimenta del resto de los invitados.

LOS ANALISTAS
Entre un trago y otro estos ensayistas de la noche plantean –sin que nadie así lo haya requerido- observaciones lapidarias sobre las próximas elecciones regionales, la extinción de los caimanes paraguayos o el tejemaneje del ALCA. Durante toda la noche le disputan el protagonismo a Los Artitas (tampoco hay manera de hacerlos callar).

LOS FORASTEROS
El anfitrión no debe pagarles con la moneda del desprecio a los integrantes de este ramo pues ningún acontecimiento festivo es digno de ser recordado si no cuenta entre sus filas con el inevitable cola´o y/o arrocero, especie de sello de calidad que garantiza lo atractivo que resultó el evento tanto para propios como para extraños. Comen, bailan, besan y beben más que el mismísimo cumpleañero o el resto de los bochornos que –muy a nuestro pesar- sí figuraban en la lista de invitados.

5 comentarios:

Bob dijo...

Jajajajjjejejee

Pues, asi es

Saludos

Dr. Bob

Anónimo dijo...

ola

Unknown dijo...

Muy cierto,muyyyyyyyy cierto lo que dices,así son las cosas.

Te he añadido a mis links amigos,¿quieres intercambiar enlaces?Me parece estupendo tu blog,felicidades.

Saludos desde Mérida.

Anónimo dijo...

Olvidaste a los arroceros con agravantes, de esos que además de ser desconocidos te vomitan la alfombra...

Anónimo dijo...

me encanta...!!!

muy cierto..!!

xD

te felicito..!!

estoy en el liceo y una prof d castellano uso este articulo para colocarlo en un examen...y coloco el link...!!me encanto y pes aki toe..!!!me gusta mucho tu blog..!!

cuidate besos