martes, marzo 17

Twitter


A la pregunta de “¿Qué estás haciendo?” –o la todavía más intimista sugerida recientemente en Facebook: “¿Qué estás pensando?”- planteada por las redes sociales en Internet, dan pronta respuesta una multitud de personas deseosas de exhibir a quien le interese –o no- los regios o mínimos detalles que componen su vida minuto a minuto. Así, Twitter es la última y minuciosa aplicación con la que un simple mortal puede conducirse como la estrella de su propio reality show y -al mismo tiempo- ser su exclusivo paparazzi.
Tras ingresar a la página web de este servicio o enviando un mensaje de texto por el teléfono móvil, el auto biografiado publica aquellos pormenores que lo ocupan a cada instante, pudiendo también informar u opinar sobre diferentes acontecimientos. Claro, no todos tienen el chance de remitir comentarios como los expuestos por Britney Spears (“Esta noche me presento ante 18 mil personas en Japón ¡Yupi!”) o Bob Abreu (“Pegando cuadrangular en Yankee Stadium con tres hombres en base”), limitación que a muchos no acoquina al momento de consignar, más o menos en los siguientes términos, las breves líneas de un diario personal difundido al mismo tiempo que acontece:
6: 15 am: ¡Hola, me acabo de inscribir en Twitter! ¿Qué tal?
6: 30 am: No sale ni una gota de agua por la regadera, tampoco hay papel sanitario… Malísima combinación.
6: 45 am: Bañándome con tobo ¡Pero en Twitter!
8:10 am: Llegando al trabajo.
9: 20 am: Mirando un pajarito que pasa por la ventana. ¡La vida es hermosa y tenemos que disfrutar cada momento de este milagro irrepetible!
9: 28 am: Mi jefe me acaba de decir que deje de estar viendo pendejadas por la ventana y me ponga a trabajar, o si no ya voy a ver…
12: 00 m: Almorzando en pollera. Voy a guardar los huesos y la alita para dárselos a los perritos de la calle.
12: 55 pm: Buscando perritos de la calle para darle huesos… Perrito, ven, perrito.
1: 05 pm: Rumbo al hospital a inyectarme antirrábica.
1: 50 pm: No hay antirrábica. Pero no importa: La vida es hermosa y tenemos que disfrutarla.
2: 20 pm: Trotando al trabajo que se me hizo tardísimo.
3:05 pm: A la oficina del jefe que me acaba de llamar.
3: 58 pm: Recogiendo mis cosas del escritorio ¿Dónde habré puesto el currículo?
6: 15 pm: Con unos panas en una tasca de la Baralt tomándome unos tragos de despedida.
8:10 pm: Andando ligerito pues dos tipos me vienen siguiendo desde que salí de la tasca.
8: 40 pm: Llamando a la policía para denunciar atraco.
9: 20 pm: Comprándole una Reina pepiada a mi señora. No le he dicho nada de lo ocurrido pa´ que no se mortifique.
9: 46 pm: Llegando a mi casa.
9: 47 pm: ¿Qué hará esa maleta con toda mi ropa en la puerta de mi casa?
9: 50 pm: Argumentándole a mi señora que fue sólo un par de birras con unos panas.
9: 55 pm: Con restos de Reina pepiada en la cabeza.
10: 20 pm: Sentado en un banco de plaza.
10: 30 pm: ¿La vida es hermosa?
10: 43 pm: Sacándome una basurita que se me metió en el ojo y, supongo, por eso tengo la vista aguada.
11: 05 pm: Notando espuma que me sale por la boca... ¿Será por qué no me puse la antirrábica?
11: 58 pm: La vida es. ¡Pero estoy en Twitter!

7 comentarios:

Yudith Valles de Perez dijo...

Hola Castor, algun tiempo sin visitarte...con este post que me alegro como siempre con tu narrativa!

Desde La Barra dijo...

jajajajajajaaj!!!

genial broder

genial!!!

jajajajaja

Lo. dijo...

una palabra

increíble!

HART72 dijo...

Es medio compulsivo el bendito Twiter, pero igual el sujeto pudo haber colocado una cuantas sacadas de...!

Anónimo dijo...

esto del twitter me hizo llorar de la risa esta buenisimo jajaja !

Jhonathan dijo...

Porqué no usas twitter? Cuando puedas mete todo esto en un libro.Saludos

[.ophelia.] dijo...

Hola! Como puedo seguir tu blog usando blogger? No encuentro el botón :P. Saludos.