domingo, agosto 2

En Ciudad Bolívar no comen cotufas

En Ciudad Bolívar no hay salas comerciales de cine. Años atrás, el Roxi, el Rivoli, el Imperial más un autocine resolvían el gusto de los bolivarenses por el séptimo arte, pero las constantes fallas eléctricas en la zona llevaban a que justo cuando en la gran pantalla aparecía la aleta de un feroz tiburón blanco, sobrevenía un apagón que dejaba en veremos la suerte de los bañistas. Aquellas salas pasaron a convertirse en espaciosos galpones, bingos, y templos donde los fieles elevan entusiastas oraciones al Espíritu Santo, desatando en su lugar una sequía cinematográfica que despoja a Ciudad Bolívar de una importante ración de ritos y sueños.
Me aventuro a afirmar que la rutina de sus casi 400 mil pobladores permanece incompleta. Los estudiantes de bachillerato ignoran el sobresalto de fugarse del liceo a media tarde para invertir el dinero de la merienda en cotufas, mientras los solitarios o aquellos sujetos renuentes a llegar temprano a casa, carecen de tan amable exilio entre penumbras. Peor aún: me pregunto cuántos romances no habrá frustrado la ausencia de Jason, quien, desbaratando una ventana con su inagotable sierra eléctrica, resulta la excusa ideal para que las señoritas del público busquen refugio entre los brazos de sus pretendientes.
Podemos fingir ser optimistas y apreciar el vaso medio lleno, suponer que esta privación quizá arroje beneficios tales como que numerosos bolivarenses estén a salvo de las opiniones de los “críticos” sentados en la fila posterior (“a ese segurito lo matan por pérfido” o “¡ay! qué bien se transforma ese robot en un Camaro”) y -a menos que alquilen el DVD- los habitantes de esta capital de estado que algún día fuera capital provisional de la República, se libraron de un ex James Bond balbuceando canciones de Abba, de Keanu Reeves como un alienígena interesado en advertir a los terrícolas que, si continúan portándose mal, arrojará sobre el planeta un enjambre de coquitos cibernéticos.
Los pobladores amantes del celuloide mitigan su apetito de imágenes fabulosas recorriendo el largo camino hasta Cumaná. Quienes permanecen en sus casas, sin duda esperan el regreso de los expedicionarios para escuchar las noticias halladas al final de la travesía y así enterarse de los pormenores de una reciente era de hielo o si el mundo fue asolado nuevamente por máquinas exterminadoras. La cinemateca del Museo Jesús Soto (paradójicamente, el maestro cinético nacido en la antigua Angostura inició su arte pintando carteles de películas) ofrece una atractiva pero insuficiente opción secundada por modestas soluciones como la contemplada años atrás por quien escribe estas líneas.
De muchacho, crucé en chalana el Orinoco para pasar de Ciudad Bolívar al árido caserío de Soledad, cuya primordial atracción turística residía en una sábana tendida por un lugareño sobre un muro de bahareque para proyectar allí películas de Pedro Infante sacadas quién sabe de dónde. Tal es la nostalgia de los bolivarenses por ese único y otro cielo donde las estrellas se besan.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Caramba,hablas de Soledad y Ciudad Bolívar, como si vivieramos en el siglo 19. No tenemos cines, pero el 90 por ciento tenemos cable. Por favor, esas casas de bahareque estaran en tu imaginación o recuerdos, pues todo está urbanizado...

elio fernández dijo...

hola señor castor muy interesante su artículo sobre ciudad bolívar y la verdad no se comen cotufas y muchas otras cosas esta ciudad me da pena decirlo como guayanes cada día va de mal en peor y por culpa de nosotros mismos.
sucia, fea, abandonada aquí estamos de espalda al rio, lo felicito por escribir sobre esta ciudad, es la realidad estamos a sus ordenes

marilin dijo...

¡Hola, Cástor! Deseo que estés muy bien. He leído con atención tu artículo de Crónicas de lo Crónico publicada el 26 de julio en la Revista Dominical de Últimas Noticias, titulada "En Ciudad Bolívar no Comen Cotufas". No sabes cuánta tristeza eso me causa, porque quienes amamos esta ciudad nos sentimos francamente subestimados, no sólo desde ese punto de vista, sino desde muchos otros.

Pareciera que nuestros gobernadores, casi todos ajenos a las vivencias de nuestra ciudad, a nuestra historia y a nuestras aspiraciones, han sido sólo objetos de adorno y figuras lejanas a la población. Ni siquiera viven en Cd. Bolívar como es el mandato constitucional, sólo asisten a ella como cualquier otro visitante. Creo firmemente que los últimos gobernadores buenos que tuvimos fueron Juan Bautista Dalla Costa y Manuel Centurión, por allá, por la época postindependentista.

No creas que son lloros de plañidera, sino que asistieron indiferentes, al cierre y la pérdida paulatina de nuestros cines. En Ciudad bolívar, existían y funcionaban alrededor de 16 salas de cine, entre las cuales recuerdo, el cine Río, Orinoco, Bolívar en el casco Histórico; el cine Iris en la Avda. 19 de Abril; el Imperial y el Caribe en el Paseo Meneses; el Guayana en la Sabanita; el Roxy en Vista Hermosa; el Rívoli, justo al lado de la casa de habitación del gobernador (actualmente el Bingo Bolívar), el Autocine Angostura en la avda. Jesús Soto. Sin embargo, todos desaparecieron y no fue sólo por causa del auge del Betamax, VHS o el DVD, sino por simple negligencia y omisión.

Te cuento que el público de Cd. Bolívar es amante del cine. Lo corrobora el hecho de que la cinemateca del Estado (que tampoco funciona) y la del Museo Jesús soto, se abarrotan de gente, muchas veces tienen que proyectar las películas en dos o tres tandas para satisfacer la demanda. Por esas razones, nuestra gente debe trasladarse hasta Pto. Ordaz, con las complicaciones que eso significa y el riesgo del traslado, el gasto adicional, y un largo etcétera.

Es el caso que una de las condiciones que les exigieron a los dueños de Ciudad Traki para abrir su tienda de artículos de segunda mano, fue el abrir dos salas de cine, a lo cual, se comprometieron por escrito. Eso fue en septiembre de 2005 aproximadamente, (tal vez en 2004, no recuerdo con exactitud), pero hasta ahora, como bien dices, los bolivarenses no comemos cotufas en ninguno de nuestros cines.

Por lo demás, a pesar de las demandas de la población y de los reclamos que se formulan por todos los medios de comunicación masivo, nadie se ocupa de eso. Como puedes notar, la verdad es que estamos desasistidos de sitios de esparcimiento y nuestra juventud se divierte con la cerveza en las licorerías, en las calles, en los centros comerciales (de los cuales lo han echado) o matándose en la autopista de ida o vuelta hacia Pto. ordaz. Es realmente triste la situación. El problema de la electricidad es sólo una excusa. Hay alternativas y ellos bien lo saben, pero no quieren invertir, sino sólo ganar. Es lamentable.

Muchas gracias por reseñar este problema en tu artículo. Dios quiera que alguien se estremezca o su conciencia se alumbre con la luz de esas "estrellas que se besan".Es lo único que nos consuela.

Un abrazo y, de nuevo ¡gracias!. Marilin.



marilin

Lluisamar del Valle Leon Cazorla dijo...

Hola, soy de Ciudad Bolivar tengo 27 años y soy arquitecto, le escribo para decirle que su articulo relacionado a la falta de cine en mi ciudad es muy bueno, y que bueno es verdad, esta ciudad tiene mucho tiempo sin ello, soy una de las tantas jovenes que crecio sin ello, aunque tengo vagos recuerdos de la ultima vez que fui al cine imperial para el estreno de Titanic...Realmente es muy triste que una una capital de estado no cuento con algunos signos de modernidad en pleno 2009,y que su poblacion joven como tenga que cambiar de ciudad para no quedarse atras...en el olvido
Soy una de las pocas personas que conozco; que siendo de aqui habla bien de ella, porque reconozco el valor que tiene nuestro casco historico, los museos como el de Jesus Soto, el mirador al rio Orinoco que son un espectaculo!!! pero hasta alli, ya que nuestros gobiernos y el sector privado no han ayudo mucho para no decir nada... de verdad que me da mucha pena y dolor.
Pero aun asi la quiero
Espero que pueda realizar algun articulo sobreb ello...

Saludos y gracias por su articulo

Oscar E. Ochoa dijo...

Sr. Castor, leido su interesante artículo Crónicas de lo crónico en la reciente revista Dominical, información muy interesante sobre Ciudad Bolivar. También deseo informarle que acá cerca de Caracas, en el Estado Vargas, no existe en la actualidad absolutamente nada que se refiera a Cine, cuando por muchos años existieron en los alrededores de la Plaza Lourdes, el Cine Royal,Cine Paramouth, Cine Tropical, en la Guaira el Cine Lamas y en el Guamacho el cine de Barrio que ahora no recuerdo el nombre pero lo manejaba el Sr. Cepero, padre de mis amigos Neo. Carlitos y Gustavo.

Hasta donde tengo memoria el costo de la entrada en todos estos Cines era de MEDIO o sea 0.25 centavos, el paquete de Maní UNA LOCHA, 0.125 y el costo del AUTOBÚS, para quien lo necesitara era también de una locha, mi hermano como era mayor que yo se sentaba y yo menor de pie para pagar un sólo PUESTO.

Ahora en el siglo XXI, no hay nada en mi querida Guaira......

Respetado Sr. Castor si en algún momento le dá un espacio a mi Guaira se lo agradezco mucho-

Exito......Oscar E. Ochoa.

Marilin dijo...

¡Saludos! Llevé el artículo a una reunión a la cual asistió el secretario de la gobernación del estado y formulamos la petición formalmente. También lo leímos por la radio. Es un tema sensible y generó inmediatamente respuestas de parte de la comunidad. Sólo espero que no caiga en saco roto y de verdad la gente se motive y a quienes competa, muevan sus herramientas. Un saludo cordial y, de nuevo, infinitas gracias. Marilin.

Desde La Barra dijo...

que maravilla de articulo broder!

recuerdo que por esas cosas de la vida mi pap'a tenia una novia guayanesa y nos invito a su casa a pasar unas vacaciones y alli, junto a otros chamos y chamas de mi edad -los hijos de la moza- armaban un cine de campa;a... montaban una sabana como telon y proyectaban peliculas de disney, "gore" y hasta porno...

alli vi durante tres a;os lo mejor de Dario Argento, el magical mistery tour de los beatles, la espada en la piedra...

!!!hasta vi por primera vez a Linda Lovelace mangiandose una doble dosis de prosciuto como quien se pone unas sandalias...jejejejeje

despues de que el betamax entrara en desuso y casi como diez a;os mas tarde vi el primer DVD de mi vida en casa de estos panas super cin'efilos....

para mas se;as era una pelicula de zombies...

ciudad bolivar es casi que otro pais, asi como lo es maracaibo o margarita...

este texto me hizo recordar esos momentos maravillosos cuando vi de carajito el orinoco y le dije a mi papa que mo me mintiera que "esa vaina era una playa y no un rio, como el decia"

un abrazo

J

Anónimo dijo...

buenas noches, yo soy de margarita, fui residente de Ciudad Bolívar por un tiempo el cual trabaje en ese bingo y en realidad he estoy totalmente de acuerdo con tu articulo, soy amante al cine acá tenemos una 6 salas de cine en un centro comercial y en otro tenemos otras 4 y no saben lo que me pego cuando me fui a ciudad bolívar a vivir y no podía entrar a ver un estreno saben que hace que el cine surja en un país? Somos nosotros los que hacemos que los productores puedan volver a producir grandes películas, aunque estemos obstinado con las típicas películas de realidad venezolana creo que hay gran talento en ellas y mu buenos mensajes… sabes no comparto aquellos que dicen que no hace falta un cine esa es parte de la cultura no seré el hombre mas culto del mundo pero tampoco el mas ignorante como para no darme cuenta que los cines son los mejores impulsadores de costumbre e ideas, te felicito por tu articulo.

Bueno para no extenderme mas entre de casualidad en este foro debido a que estoy buscando el numero de teléfono de ese bingo ya que me tienen una documentación y se me extravió el numero gracias al que me puedan ayudar. Cualquier información que me puedan aportar este es mi correo elpapichulo5000@hotmail.com