jueves, septiembre 24

Zona de confort

Tras bregar mucho para conseguir un quince y último más Cestatickets, llega mi señora a exhortarme: “Chico, no seas conformista y deja ya el achinchorramiento ¡Sal de tu zona de confort!”. Sospecho que mi señora se tropezó inesperadamente con la frasecita en ManagemenTV, canal por suscripción destinado a difundir asuntos de gerencia y que sin duda ha descrito el concepto de la zona de confort como el racimo de creencias y acciones a las que nos ata la rutina, el nuevo vestido dispuesto sobre los hombros del viejo dicho según el cual “quien no arriesga, no gana”.
Hasta un alentador mail circula por estos días en la web con el siguiente llamado: “Haz todos los días algo que te dé miedo ¡Deja la zona de confort!”, a modo de convocatoria para no permanecer inmóvil en el descanso de la escalera de la vida y proseguir el ascenso colocando el pie en el próximo peldaño. Sin duda la máxima será de gran provecho en Suiza, pero aquí a cada momento desaparecen inexorablemente las zonas de confort, nadie asegura la permanencia de confortabilidad alguna; mas para no ser acusado de negligente, escribí y doy a conocer a ustedes una lista de futuras actividades con las que procuraré darle un portazo al odioso estancamiento y saborear los riegos que depara lo desconocido. A ver qué pasa:
- Comprar el almuerzo donde un buhonero de comida china.
- Dormir boca abajo en una hamaca.
- Apostar por el Pastora de los Llanos en la próxima temporada de béisbol.
- Hacer la mudanza utilizando el Metro a la hora pico.
- Pasear a las 3 de la madrugada por la redoma de Petare.
- Saludar a las amigas con un beso en la boca.
- Enemistarme con la chismosa del edificio.
- Renunciar al seguro HCM para poner la salud en manos del sistema sanitario público.
- Arreglar descalzo una toma de corriente 220.
- Bajar por el ascensor durante el clímax de un movimiento sísmico.
- Servirle de fiador a un cuñado.
- Ir en franelilla y cholas a solicitar la visa norteamericana.
- Tomar un baño con los pies descalzos en la ducha del gimnasio.
- Exaltar los logros de Barrio Adentro en medio de una marcha opositora.
- Bajar de peso utilizando el Abtronic X2, y planchar la ropa con el Tobi.
- Alentar los silencios incómodos.
- Pasear frente a Miraflores con una gorra que lleve impresa la inscripción “I love Nueva York”.
- Planchar y después abrir la nevera.
- Decirle toda la verdad al jefe.
- Comprar casa y carro mediante el sistema de compra programada.
- No saludar a un Guardia en una alcabala.
- Pescar en el Guaire.
- Invitar a Norelys Rodríguez a un fin de semana en Isnotú
- Investigar para la tesis navegando en el internet del BlackBerry.
- Ver Latin American Idol.
- Viajar a Miami contando con el cupo de dólares de la tarjeta de crédito aprobado por Cadivi.
- Pedirle al chofer de la camionetica que le baje volumen al reguetón.
- Ponerse lentes de contacto en un tarantín de Quinta Crespo.
- Hablar de lo que no se sabe.
- Escuchar a mi mujer cuando habla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...jajaja

Epa...una cosa es salir de la "zona de confort" y otra muy distinta es describir cien maneras de suicidarse... pero bien chévere la cosa...

Sigo leyendo