martes, mayo 25

Manual para quinielistas primerizos


A estas alturas, más le vale que se haya inscrito en alguna de las quinielas Sudáfrica 2010 organizadas por su grupo de amigos, familiares o compañeros de trabajo, si no es su deseo no tener con quién hablar o salir en los próximos días, permaneciendo al margen de la ceremonia que durante todo un mes mantendrá al planeta pendiente de los tumbos de un balón sobre la grama. Pero no se angustie si usted no es un conocedor del llamado deporte rey, que en este espacio estamos para ofrecerle las recomendaciones básicas con las que, si no sale victorioso, al menos no pasará vergüenza:
Recurra a su experticia
No se asuste ante la infinidad de cuadritos en el formulario de la quiniela, pues ésta responde a la lógica que seguramente ya usted manejó en diversos escenarios: el pasado proceso de elecciones primarias (y las futuras parlamentarias) comparten la misma esencia de la quiniela; y ni hablar de los cuadros de 5 y 6. O el matrimonio, esa azarosa quiniela como la que más.

Apele a su sexto sentido
Muchos legendarios ganadores de quinielas deben el triunfo a las percepciones extrasensoriales. Si anoche usted soñó con un aguacate, no dude en apostarle -libro de San Cono a mano- a Brasil, equipo cuyo uniforme comparte los colores del mencionado fruto. ¿Su aura es albiceleste? ¡Pues no lo piense más!

Siga a los entendidos
Cuando se ignoran las respuestas, la decisión más sabia es copiarse de quien sí las conoce. De modo que identifique a aquellos que en la oficina asumen con carácter científico el campeonato y desde hace meses analizan variables tales como si a Messi se le murió la mascota, cómo la altura sobre el nivel del mar influirá en el desempeño de Rooney, o si Cristiano Ronaldo ha sufrido recientemente problemas estomacales.

Deseche los sentimientos
Lo peor que podría hacer es persistir en serle fiel al equipo de toda su vida pese a que éste lleva todas las de perder. La respuesta a la siguiente interrogante dirá si usted, absurdamente, resuelve la quiniela con los dedos del corazón: si la Vinotinto participara en el Mundial y le correspondiese enfrentar a Argentina… ¿porfiaría usted que el equipo criollo tiene la victoria asegurada? ¡Ah! y si no quiere perder esos reales, deshágase de una buena vez de la simpatía que le inspiran los mulatos de Camerún.

Aplique la guerra sicológica
Puede que usted ni siquiera haya visto la película “Invictus”, pero durante la contienda ha de aparentar ser un especialista irrefutable. Quizá no gane la apuesta, pero su criterio permanecerá intacto. Para ello, repase las nociones básicas de Física de bachillerato, las cuales le ayudarán a articular comentarios del tipo: “Empujado por la curvatura del espacio-tiempo que lleva a que los cuerpos dentro de un campo gravitatorio sigan una trayectoria irregular, ese balón peló el poste”.

Sobreactúe
Si sigue las recomendaciones mencionadas, lo más seguro es que al final de la gesta usted se encarame sobre el escritorio de la oficina blandiendo su quiniela con un gesto similar al del futbolista más valioso cuando alza la Copa. Si no es así y las ilusiones sucumben en el camino, recuerde ponerse triste o ¡hasta furioso! con los resultados, como si realmente sabía lo que hacía, musitando junto al botellón de agua el tango “Quinielista”, entonado por Gardel: “Y si no embocan/ ¡qué importa!/ Yo les digo la verdad/ ¡Ilusiones!/… Y alguna vez realidá”.

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