lunes, agosto 30

Combata al pica pasito


Al igual que con el mosquito patas blancas y el chipo, responsables de transmitir el dengue y el Mal de Chagas, respectivamente, las autoridades sanitarias alertan a la ciudadanía para que tome medidas destinadas a combatir la presencia del pica pasito (o, como se le conoce en el medio científico, Cizañae cruzi), insecto perteneciente a la familia de los dípteros nematóceros y cuya sutil pero tóxica picadura desata diversos trastornos tales como antipatías, rupturas amorosas, enemistades, resentimientos y demás ojerizas que dejan a su paso un abundante número de casos fatales.
Se ha informado sobre su proliferación en cualquier espacio donde concurran dos o más personas, principalmente oficinas tanto públicas como privadas, hogares y juntas de condominio; asimismo, las diferentes versiones de las redes sociales comprenden un magnífico criadero donde este quitinoso insecto entremete sus patitas. Aunque a simple vista no es fácil identificarlo, los entomólogos indican que el bicho acostumbra a sobrevolar sigilosamente, como quien no quiere la cosa, a veces hasta jodiendito, alrededor de sus víctimas para al menor descuido abalanzarse e inocular la sustancia venenosa que lleva consigo en la punta de su lengua.
A diferencia del chinche, la pulga y otros insectos que pican y se van, el pica pasito hunde sus mandíbulas no una sino varias veces durante oportunidades diversas, generando una progresiva infección en el alma del organismo receptor de la toxina, que agudiza su cuadro clínico a medida que pasan los días y es altamente contagioso. “No me percaté cuando me picó, pero poco a poco empecé a enojarme hasta que llegue a casa y prendí el pleito”, describe un paciente que prefirió mantener en el anonimato su identidad, la manera cómo actúa el Cizañae cruzi, el cual suele depositar sus huevos en el charco de las dudas para, cuando eclosionan las larvas, esparcir rumores o acusaciones agazapadas de indirectas. Luego se aleja a una distancia prudencial para ver cómo se arma el zafarrancho.
Los afectados presentan una infinidad de síntomas que varían desde el llanto inconsolable, la tristeza o una rabia arrolladora, por lo que deben ser tratados urgentemente para mitigar las consecuencias que pudiera sufrir el corazón. Y pese a que todavía no se halla una vacuna definitiva así como se duda de la invención de un plaguicida que erradique a este agente difusor de tantos males, en una recomendación coinciden los especialistas para mantenerse más o menos a salvo: apenas vea que se acerca hacia sus oídos una de estas malintencionadas alimañas, aviéntele un periódico por el hocico o, mejor todavía, líbrese de inmediato de aquellas aguas que usted advierta sospechosamente mansas.


Ilustración: Irene Pizzolante
irenepizzolante@gmail.com
http://irenepizzolante.com

4 comentarios:

Una Resaca Cualquiera dijo...

Se te va. Te seguire leyendo
Si quieres vincular los blogs echale un vistazo al mio: http://unaresacacualquiera.blogspot.com/

Yudith Valles de Perez dijo...

Hola Castor, saludos a ti y a Irene, me gustan sus diseños, felicitaciones! Y pensar que de esta especie esta lleno el mundo, el antidoto es la indiferencia!

Diana Liz Duque dijo...

He sido victima de varios de esos insectos

Cástor E. Carmona dijo...

Gracias, Yudith, Diana y Resaca, por sus comentarios y ¡duro con el pica pasito!