martes, septiembre 28

El iPad no sirve para…


• Encender los carbones y ventear la parrilla.
• Retener la suciedad en la jaula de los periquitos.
• Comenzar una canción de Héctor Lavoe (“¿Tu amor es un iPad de ayer?”).
• Lanzarlo como papelillo desde el balcón durante desfiles y clausuras de eventos multitudinarios.
• Ponerlo en remojo con pegamento para que los niños en edad escolar confecciones máscaras y títeres.
• Utilizarlo como felpudo a la salida del autolavado.
• Que los pregoneros se ganen la vida en las esquinas de la ciudad.
• Estrellarlo contra las paredes como catarsis cuando nos disguste mucho una noticia.
• Que el detective privado, sentado en el banco de una plaza, se oculte mientras espía a un marido infiel.
• Tirar taquitos.
• Dejarlo olvidado por ahí luego de usarlo.
• Envolver hallacas.
• Lanzárselo al perro (o no se debería).
• Hacer origami.
• Embalar copas, cuadros y figurillas de cerámica durante una mudanza.
• Abrigar a los desamparados en las noches de mucho frío.
• Proteger el piso de manchas mientras se pintan las paredes.
• Hacer avioncitos.
• …Y mucho menos barquitos que lanzaremos luego a un río o pondremos a navegar en la bañera.
• Humedecerlo y colocarlo dentro de los zapatos nuevos para aflojarlos.
• Rellenar el muñeco de Judas en Semana Santa.
• Envolver los aguacates para que maduren.
• Cuando se desborde el inodoro.
• Tostar pan o pelar papas.
• Envolver regalos (…aunque como regalo no está nada mal).
• Nivelar la masa al momento de preparar empanadas.
• Introducírselo en la boca y tragárselo con el fin de esconder un secreto comprometedor.
• Limpiar los cristales de las ventanas.
• Extenderlo entre la tierra y el vidrio del frasco de compota para que así broten cálidamente las caraotas del germinador.
• Darles consistencia a las montañas del pesebre navideño.
• Ponerlo debajo del carro para determinar dónde cae la gota de aceite.
• Casos de emergencia en un baño de carretera.
• Envolver bacalao.
• Escribir un mensaje en él y luego perfumarlo, doblarlo y deslizarlo con discreción hacia uno de los bolsillos de la persona amada.
• Ventilar a una doña que se desmayó en el metro.
• Que las adolescentes ansiosas rellenen su brassier.
• Guarecernos de la lluvia.
• ¡Ah, y tampoco para sacar fotos, grabar videos, leer dispositivos USB, realizar llamadas telefónicas y reproducir archivos de Flash!

Ilustración: Irene Pizzolante
irenepizzolante@gmail.com
http://irenepizzolante.com

3 comentarios:

Antonieta dijo...

Jajajaja bien bueno. La tecnología no puede arrasar con esas costumbres del papel. trata de escribir más seguido, Cástor ¡Ya te sigo en twitter!

Juan Carlos Partidas dijo...

jaja, gracias por este artículo... ahora me siento mucho mejor por no tener uno. :)

ERRM dijo...

Todo lo que dices es cierto. Y más que algo que bien podría causarme risa, me da aún más fuerzas para resistir esta estúpida manía de andar siempre "pegado a la moda".Y lo peor es que el Ipad se parece un poco ¡UN POCO! a un aparato que Apple creó a comienzo de los noventas: el Apple Newtom ¿Se acuerdan, que fue un fracaso de ventas y fue retirado tan sólo unos dos años después? ¡ALGUIEN QUE ME CORRIJA SI ME EQUIVOCO!