jueves, mayo 30

La Escuela de Tota Topete



Buceando por Internet me entero de la existencia de la Escuela de Tota Topete (sí, Tota Topete, el nombre no es ninguna invención; acá el link: www.totatopete.com), establecida en la capital mexicana y donde las mozas en vísperas de casorio acuden para iniciarse en el arte de bordar iniciales sobre toallas de baño o -entre los muchos factores que comprende ser una “mujer íntegra”- surtir los rincones del hogar con una regia pincelada femenina. Topete fundó este instituto porque, alega, “las mujeres de hoy tienden a centrarse más en sus carreras que en los cuidados de la casa, lo cual puede suponer el divorcio (…). Así es que, si lo haces feliz, entonces él te hará feliz a ti".
Entre las asignaturas impartidas por Topete sobresalen “Economía Doméstica: Cómo llevar una casa, presupuestos, lavado, planchado, responsabilidades del ama de casa, etc.”, “Organización del tiempo: Saber administrarse para rendir más”, entre otras materias clave como Corte de Frutas y Verduras. En la sección Testimonios abundan los agradecimientos de egresadas satisfechas, como este de Ana Alicia Ortiz: “A mí me alentó mi marido a tomar el curso porque siempre le hacía lo mismo y me pidió que por favor cambiara ¡Ahora tengo recetas como de aquí a 10 años!”.
La filosofía de Topete apunta a que si una mujer ignora los secretos de zurcir con pulcritud medias agujereadas, su esposo huirá despavorido ante la impericia de la empleada doméstica que un día tuvo el desatino de desposar. “El hombre se casa con la ilusión de que la mujer le cocine, y las primeras desilusiones vienen al ver que ella no sabe hacer nada”, indica la pedagoga, quien propone: “Acepta a tu marido tal como es: Haz dos listas, una con sus defectos y otra con sus cualidades. Lee atentamente la lista de los defectos y rómpela, no vuelvas a pensar en ellos”. Y sigue: “No dejes que la preocupación por tus derechos te impida ser agradecida”.
De sus enseñanzas se extrae que si una doncella aspira a graduarse de licenciada o seguir un curso de mecanografía para mañana no depender de la billetera de su cónyuge, estaría dinamitando la sagrada institución familiar y, con ello, poniendo en riesgo el sano curso de la historia. Algunos señalarán que hoy la mujer tiene que fajarse en la calle ya sea por necesidad o simple capricho de superación, pero esta tesis se cae por su propio peso: si el maridito no tiene empleo o nunca ha querido procurárselo, las clases de Topete serán de gran provecho a la hora de almidonar ropa ajena.
Aunque si lo observamos detenidamente, el currículo de Tota cojea de cátedras fundamentales que a continuación menciono por si a alguna visionaria local le apetece reproducir en suelo patrio un alma máter parecida. Ceguera I: Técnicas para sufrir una súbita pérdida de la visión cuando el marido se olvide de subir la tapa del excusado. Mantenimiento de la Respiración: Muy útil si a él le gusta pedorrearse en la alcoba. Ceguera II: Módulo necesario para no advertir cuando el consorte llega a casa con el cuello de la camisa embarrado en lápiz labial. Saco Perita Básico: Para resistir serenamente los derechazos con que la media naranja exprese su insatisfacción por la temperatura de la cerveza recién servida.
Seguidas estas asignaturas, no lo dudes, “entonces él te hará feliz”…

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