martes, enero 19

Regia boda en el Sambil

Aquel iluminador enunciado según el cual los centros comerciales son las catedrales del mundo moderno, no es una simple metáfora y desde hace un par de años, en fechas próximas al Día de los Enamorados, numerosas parejas prometen compartir sus vidas mediante bodas comunitarias organizadas en los diferentes centros Sambil de nuestra geografía.
Aunque algunos juzguen irónicamente la celebración de un casorio dentro de las instalaciones del encerado recinto, no imagino un mejor lugar para ello pues allí muy probablemente los tórtolos fueron presentados, fijaron su primera cita arropados por la cómplice oscuridad de una sala de cine, o se juraron amor con los dedos entrelazados sobre una mesa de la feria de comida. Gracias a insuperables ventajas como lo son un ambiente seguro y el tener todo a mano ante cualquier contingencia, tampoco dudo que dentro de poco ésta será la futura sede de bautizos, fiestas de quinceaños, velorios; y, en el específico caso nupcial, de seguro las páginas sociales de la prensa no tardan en difundir ampliamente el conmovedor acontecimiento:
“Emotiva resultó la boda entre Romualdo Spaventa y Mariana Mercado, efectuada el pasado domingo en el Nivel Autopista del capitalino Centro Comercial Sambil y que contó con la concurrida asistencia de familiares, amigos íntimos y 3.751 extraños. Momentos antes de oficiarse el casamiento, la coqueta novia acudió a secarse el pelo en Sandro, de ahí pasó a la zapatería de moda para elegir el calzado que acertadamente combinaría con el ajuar obtenido con un 25% de descuento gracias a las atractivas ofertas que a principios de año ofrecen muchos de los establecimientos comerciales.
El novio, por su parte, celebró su despedida de soltero en compañía de sus compinches reunidos en una tasca del Nivel Libertador; y, pese a que uno de los testigos demoró en llegar porque se encontraba cancelando la factura del teléfono, el programa matrimonial se desarrollo con mucha alegría y un variado menú en el que abundaron cotufas, papitas fritas y tinitas de dos y hasta tres sabores.
Los más allegados agasajaron a la feliz pareja con efectivo recién sacado de los cajeros automáticos adyacentes, más herramientas de Ferretotal que sin duda serán de mucha utilidad en su vida en común. Es de resaltar que la gala alcanzó su clímax romántico cuando los contrayentes descendieron por las escaleras mecánicas para dar su primer baile como esposos, llevados por los melodiosos acordes del hilo musical que animó el evento.
Pese a que la velada no pudo prolongarse sino hasta el instante en que la gerencia anunció que estaban a punto de picar el servicio eléctrico, la pareja (previo paso por El Palacio del Blumer) marchó jubilosa rumbo a la luna de miel teniendo como destino una paradisiaca colchonería ubicada en el Nivel Acuario, y cuya vidriera fue debidamente cubierta con una cortinilla para proporcionarle intimidad a los recién desposados al momento de cristalizar su amor”.

1 comentario:

Principito dijo...

Imagino que algunas flamantes parejas permanecen dentro del centro comercial por unos días... digo... hacen falta más estudios de abogados en esos emporios del consumo.