martes, agosto 2

+Angustias en Google+


“Yo pensé que era tu amigo del alma y me desairas así tan feo poniéndome en el círculo `Compañeros de Trabajo´… ¡junto a la secretaria y el motorizado!” fue uno de los muchos reproches que recibí a los pocos días de mi incursión en Google+, pujante red social que apareció como casi todas -levantas una piedra y debajo hay dos o tres-y que a semanas de su lanzamiento ya desata tormentosas reacciones. A diferencia de Facebook y Twitter, donde ordenas a los contactos en Listas aunque la costumbre es meter al gentío en un mismo saco, en Google+ los usuarios agrupan a sus relacionados en círculos según el ámbito de pertenencia, que si “Amigos”, “Familia”, “Compañeros de estudio”… y, si no se toman las debidas precauciones, a todos en la esfera “Migraña”.
Google+ ahonda en nuestra fascinación por segmentar y categorizar a las personas, aunque al alto costo de revisar los afectos con las muchas contradicciones que resultan de tan delicada operación. A mengano, por ejemplo, lo conozco desde hace décadas, fuimos juntos a la universidad y en uno de sus momentos de tribulación económica le cedí en calidad de préstamo gran parte de mis ahorros, pero en diciembre pasado no me invitó a su boda así que nada de círculo “Amigos” y -¡chupulún!- directo a “Conocidos”; con zutano pasó lo contrario, no hemos compartido mucho en la oficina pero es de los que te aguantan la puerta del ascensor cuando estás a pocos pasos del aparato, cometí la imprudencia de incluirlo en “Amigos” y ahora hasta pretende que compartamos nuestras viandas durante el almuerzo.
Hay que sufrir de trastorno de personalidades múltiples para saltar de un círculo a otro en una misma sesión de Google+. “Flash es una buena opción para las exposiciones” comentas en la esfera “Trabajo” para, a los pocos segundos, poner “Me inscribí en el coro de la iglesia” en “Hobbies” y de allí “¡Esta noche es el desnalgue!” en “Rumba”. De tantas idas y venidas entre las diferentes y contradictorias categorías, puedes embotarte y llegar a decir en cualquiera de ellas: “El coro de la iglesia es una buena opción para el desnalgue”. El tema se complica y en algún punto las órbitas chocan entre sí, se superponen y estallan en un íntimo cataclismo social: tengo una prima (“Familia”) que trabaja en mi misma empresa (“Trabajo”), a quien le gusta enviar cadenas de correo (“Desgraciados”) y que últimamente desea reanimar una vieja rochela (“Bochinches”). Pese a lo dicho, son muchas las ventajas que ofrece esta flamante red y aquí les dejo algunas posibilidades de círculos para que le saques el jugo:
- Acreedores: Así no tienes que convocar uno por uno a tus prestamistas para decirles que se esperen hasta la próxima quincena, sino que los enteras a todos mediante un mismo mensaje: “Sigo pelando. Tengan paciencia”.
- Invasores: ¿Tienes una propiedad susceptible de ser invadida? ¡Con este círculo te mantendrás al día de cada movimiento de los posibles usurpadores!
- Gente a vigilar porque anda loquita por serrucharte el puesto: Sin comentarios.
- Solo solito: Si estás fatigado de las tertulias virtuales, en este círculo integrado solo por ti podrás abandonarte a tus pensamientos y descansar, en red, de tanta red.

Ilustración: Irene Pizzolante
irenepizzolante@gmail.com
http://irenepizzolante.com

2 comentarios:

Rafael Jiménez Moreno dijo...

"Descansar, en red, de tanta red". ¡Maestro!

Yudith Valles de Perez dijo...

Hola Castor, acompañame a circular por la red de compartir, visitame y que te parece?