Estoy bien mal,
adolezco de tu compañía. Asumo que comprenderás que no es mi idea emproblemarte, solo
realizarte una adelantación de mis
sentimientos: me efervesces de deseo,
me siniestra tu emborrachante hermosura, la brillura de tu sonrisa hechizadora, sobretodo ambos inclusive,
cuando te destornillas de la risa. A grosso modo, me dejas ipso facto a motus proprio. Por lo que de igual forma previsiono
que es el momento más álgido para propagandearle
al mundo este amor que detento y que algún día en un futuro del mañana serás de mí.
Sé que tampoco
no soy un millonario con dineros,
pero estoy dentro de muy poco tiempo
a punto de lincenciaturizarme para seguidamente después avanzar hacia adelante en la vida. Así mismo y de igual forma, te doy mi palabra verbal que con migo no pasarás necesidades, lucharé contra todas aquellas problemáticas que puedan obstruccionar nuestra relación y así
poder coberturar tus deseos o
cualquier otra cosa que quieras adquerir.
En otro orden de ideas, no te conflictúes si te dicen en el banco que he tratado con engalanamiento a otras mujeres. Con
respecto a esas personas complejizadas
que se la mantienen encima mío buscando
antagonizar mediante un saboteo y constantes insulserías, ¡hasta dónde
cuánta vaguesa! Claro, a veces me he comportamentado
en ocasiones de manera indisciplinaria a nivel de romance, pero si esos antecedentes previos en el
ámbito del pasado te han producido complicancias de alguna manera, te
pido un sin número de disculpas y me comprometo a customizarme mejor.
Y es que mi amor por ti es tan gigantemente genuino como estas palabras
que te texteo.
También te digo igualmente que voy a estar encima tuyo hasta que obertures un lapso de tiempo para señalizar
esto que te prevengo; y te pretendo
encarecidamente que cuando recepciones esta carta, me cliquees rápidamente una respuesta expedita
para así legitimizar nuestra situación.
Te tengo una sugestión: agéndame una
cita (si no usas agenda sino libreta o cuaderno, entonces librétame o cuadérname la
cita) para que podamos organizar un compartir
y/o un conversatorio y, en base a jugo y cachitos, expresionarte personalmente mis buenas preposiciones.
Ten fé
que puedes apoyaturarte en mí y que ambos dos nos direccionaremos hacia la felicidad.
Final y ultimadamente, amada
mía, apertúrame tu corazón.
O, si así lo prefieres, abertúramelo.
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