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Antes los señores se conducían dentro de este aromático territorio como elefantes en una cristalería, deteniéndose apenas en los precios hasta elegir el producto más económico y rendidor, como esos cuñetes de enjuague de aspecto lechoso y dudosa eficacia, o la primera crema de afeitar que apareciera ante sus ojos. Pero hoy hay que tener mucho cuidado: las indicaciones que los caballeros sugieran -porque ahora hasta sugieren- podrían significar el fin de la relación romántica. De ejemplo, un diálogo que escuché hace poco en uno de estos pasillos (mientras elegía entre una glicerina con efecto emoliente ó la cocopoliamina revitalizante) y que aquí transcribo con absoluta fidelidad:
- Mi vida –dijo ella, casi en un sururro-… ¿Ya escogiste el preservativo?
- Claro, fue lo primero que hice. Éste, mira, el acondicionador ideal para ti: preserva el brillo natural del cabello con extracto de Aloe Vera y efecto antiestático -le comentó el chico a su amada, y doloroso fue el golpe al leer ella la etiqueta: "Para cabello seco y maltratado".
- Ejem… ¿para mí? -tragó grueso-. Pero aquí dice “Para cabello seco y maltratado”…
- Mi ciela, no te ofendas, pero como tú te bronceas tanto... Se ha comprobado que la sobre exposición a los rayos UV reseca las puntas y le hace perder al pelo su brillo natural.
- Ah, bueno, entonces me lo llevo.
- Y toma esta cremita también, con elastina y Provitaminas B5 para combatir las líneas de expresión -insistió él mientras ella tomaba nota mental: cabello maltratado y líneas de expresión. Nunca nadie la había agredido con tan fragrante flagrancia. La tempestad estaba por desatarse.
- Gordo, y para ti este té supresor del apetito a base de extractos minerales cuya incorporación en la dieta aumenta la quema metabólica de carbohidratos.
- ¿Y eso por qué? ¿Acaso lo de gordo no es por cariño?
- No -embistió ella, lapidaria, vengativa.
- Pero con qué moral, chica, cuando tu caso apremia de una emulsión tropical de triple acción que minimice el tejido graso alrededor de los muslos y las caderas.
- ¡Cómo! Si es que con una piedra pómez deberías de darte en los dientes por tenerme a tu lado.
- Chica, qué grosera. Ve a lavarte esa boca con crema dental rica en micro partículas que combaten la placa.
- Y tú, alopécico, anda a bañarte con extracto de baba de caracol.
- ¡Piel de naranja!
- ¡Pediculósico!
- ¡Hiperhidrósica!
- Hasta aquí llegamos –dijo ella, sin pelos depilados en la lengua, ya en la puerta del establecimiento- ¡Seborreico de tu madre!
6 comentarios:
jajajaja que bueno! tengo una anecdota parecida...pero con cremas y ceras depilatorias, me parecia fatal oir al chico aconsejarle a su chica, cual crema o cera usar!! :S
pero bue...
Salu2, buen post! ;)
Excelente, cástor, realmente genial. Un gran saludo
Los últimos insultos estuvieron buenísimos, jejeje! Científicos pero hirientes.
Jajajajajaajaja te faltó insultar colocando: "Macrobiótica" jajajaajaj que excelencia brother... el metrosexualismo tiene la culpa de esas peleas cosméticas. Saludos!
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ
Debo cuidarme, yo amo los cosmeticos, pero no como para llegar a tanto.
Tu escrito, genial como siempre.
Saludos!
buenísimo!!! jajaja por eso dejo que mi novio compre sus cosas por su lado y yo por el mio no sea que nos dé por "recomendarnos" cosas :D
saludos!!!
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