“He leído y acepto los términos del Contrato de Licencia” y, muy resueltos, desplazamos el cursor para darle clic a “Aceptar”. Pero es mentira que hemos leído aquello, se tendría que contar con mucho tiempo libre para repasar los soporíferos folios que contemplan los términos y las condiciones del contrato que aparecen en pantalla como requisito previo a la descarga de una aplicación, la adquisición de un servicio online o de un programa en red… aunque deberíamos hacerlo.
Redactados
unilateralmente por el prestador, estas cláusulas no ofrecen ningún margen a la
negociación o la réplica, y para los distraídos que quebrantan los lineamientos
allí plasmados podría significar quedarse hasta sin ropa interior: me di a la
tarea de revisar varios de estos papeleos digitales que firmamos a ciegas y
descubrí requisitos pavorosos, algunos de los cuales transcribo a continuación
por aquello de guerra avisada…
- Por el presente Contrato
se concede una licencia únicamente para uso personal y no comercial, así que si
sabemos que Usted anda de bichito quemando el programa para revenderlo por los
lados del mercado El Cementerio, la avenida Baralt o La Guairita, le sale pao
pao, será puesto a las puertas de El Rodeo y ¡mí! que le volveremos a conceder
otro producto o servicio.
- Se prohíbe utilizar esta
licencia para la realización de actividades con fines ilícitos y/o contrarias al
buen gusto, tales como poner música de Arjona, reproducir episodios de “Yo sí
canto” y mucho menos de “Yo sí bailo”.
- Con la aprobación del presente Contrato, Usted
consiente automáticamente la instalación en su computadora de un spyware a través
del cual nuestra compañía podrá tenerlo pillado y
recopilar las direcciones web de fulanas empelotadas, videos eróticos grabados
por Usted, viodeochats de Diosa Canales y demás sano entretenimiento, que
nuestros empleados podrán copiar y pegar entre sus páginas de Favoritos.
-
Cuando el servicio no funcione, el cliente tiene plena libertad de protestar y
hasta sacarnos la madre, siempre y cuando lo haga en la intimidad de su hogar y
sin presencia de terceros.
- En caso de demora o impago,
la Compañía podrá suspender el servicio en cualquier momento y sapearlo con las
otras compañías para que no sea mala paga.
- No nos hacemos
responsables por averías y desperfectos ocasionados al producto si a Usted se
le ocurre operarlo con las manos llenas de Nutella o si le tira encima cerveza,
cenizas de cigarro, restos de sopa o cualquier otro placer manipulado
insensatamente.
- Tampoco la
compañía asume responsabilidad alguna por electrocuciones o si el aparato le
explota en la cara por andar jurungueándolo para ver qué hay adentro.
- En definitiva: no
somos responsables de nada.
- En caso de
declararse en bancarrota la Compañía, Usted está en la obligación de darnos
techo y comida.
-
¡Ah!, y sobre la terminación del
presente Contrato, esta licencia tendrá vigencia hasta que a nosotros
no dé la real gana.
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