Pensamiento lateral

¿Te sientes destinado al fracaso? ¿Cansado de que ninguno de tus proyectos prospere? No, no son preguntas extraídas de un infomercial (o quizá sí); en todo caso, que seas un sujeto acosado por la frustración quizá se deba a que siempre actúas de manera tradicional y no te arriesgas a incorporar en tu día a día a aquella sabia frase de Albert Einstein según la cual “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. El pensamiento lateral es una alternativa para rebasar ese estado de postración y resolver los problemas obrando creativamente. Pero “salirse de la caja” no es cosa fácil tras años de rígidas costumbres, por lo que apunto acá algunas sugerencias con las que podrás iniciarte en la “reinvención” de tus patrones mentales y saborear las mieles del éxito:

- ¿Repetidamente, al volver a tu carro en el estacionamiento, te encuentras con que los amigos de lo ajeno arrasaron hasta con la batería? Pues olvídate de los seguros y las alarmas, que ya han comprobado su ineficacia para disuadir a la delincuencia, y cada vez que salgas del auto deja una puerta abierta y las ventanas de par en par… así el ladrón pensará que tanta confianza obedece a que en el interior no hay ni un triste iPod de 3 gigas y pasará a desvalijar el siguiente vehículo o ¡mejor aún! quizá concluya que otro choro ya se le adelantó.

- Si pese a la meticulosa aplicación de cremas adelgazantes, barroterapias y baños de asiento con extracto de baba de caracol, aún no consigues pareja, modifica tus esquemas mentales y sírvete de las fiestas `carnestolendas´ para disfrazarte de negrita, de El Zorro, de diablo danzante de Yare o cualquiera otra caracterización que implique una máscara, un pasamontañas o una burka, contribuyendo -de paso- con el rescate de hermosas tradiciones. Se recomienda también llegar a los saraos a golpe de 3 ó 4 de la madrugada, cuando la concurrencia está pasada de tragos y -gracias al poder letárgico que ejerce el alcohol sobre el gusto ajeno- logres seducir a los presentes con tu confusa belleza.

- Si no encuentras cómo sacudirte a los amigotes de tu pareja que se la pasan en casa los fines de semana, es momento de recurrir a prácticas diferentes a la habitual cara de cañón o la escoba instalada detrás de la puerta: invita a esos zánganos a una parrillada e incorpórate a la tertulia llevando encima tu más cautivante baby doll para, al momento de la cocción de los chorizos, improvisar chistes de doble sentido… ya verás cómo aquel hato de peleles huye despavorido por su propia cuenta.

- ¿Años de llegar temprano y nada que progresas en el trabajo? ¿La tenaz jaladera al jefe ha sido inútil para ascender en el organigrama? Es hora de recorrer las trochas del pensamiento y llegar tarde, atrasarte en la entrega de los informes y negarte groseramente a cumplir horas extra. La gerencia no tardará en presumir que tus recién adquiridas ínfulas responden a una mejor oferta laboral o que te sacaste el Kino y no has dicho nada, y procurará seducirte con un ascenso seguido de un apetitoso aumento salarial. O, tras recibir la carta de despido, dispondrás del tiempo y las ganas necesarias para abrazar promisorios retos profesionales.