Reportarse

DURANTE EL COQUETEO

Aunque en la etapa preliminar a la relación amorosa los futuros amantes anhelan en todo momento estar al corriente de su potencial media naranja, espacian las llamadas y se resisten al deseo de tomar el teléfono cada diez minutos para que el otro o la otra no descubra el grado de desesperación o -peor aún- presienta que quien le está echando los perros es un(a) acosador(a):

1:15 pm

- Hola ¿Cómo estás?

- ¡Ay, muy bien! ¿Y tú?

- Ahora mucho mejor porque escucho tu voz.

7:20 pm

- ¿Qué haces?

- Un paellita ¿Quisieras venir a cenar?

- Por supuesto ¡Ni loco me perdería ese manjar!

DE NOVIOS

Una vez iniciado formalmente el noviazgo, se desata por teléfono una tempestad carantoñas signadas por la cursilería y, en no pocos casos, las primeras manifestaciones se sexting:

1:15 pm

- ¡Mami, qué rico escucharte de nuevo!

- Ay, estos cinco minutos sin oírte fueron una eternidad.

- Es que no aguanto el deseo de estar a tu lado.

- ¡Qué dulce!

1:20 pm

- ¿Y cómo está mi pimpolla?

- Extrañando a su rey.

1:45 pm

- ¿Qué llevas puesto?

- Jijiji ¡Atrevido!

- Anda, dime...

- El baby doll de tigresa que me regalaste.

- ¡Quisiera estar ahorita ahí contigo, ricura!

- ¡Vente pues!

RECIÉN CASADOS

Los recién casados se comunican poco por teléfono pero no porque estén bravos sino debido a que casi todo el tiempo andan juntos para arriba y para abajo, se toman de la mano hasta para ir a echar la bolsa de basura por el bajante o al momento de hacer las compras en el automercado, desde donde, si llegaran a perderse de vista por un instante, se comunican de un pasillo a otro para proseguir la tarea de ir descubriendo los detalles de la vida en común:

1:15 pm

- Gordis, ¿a ti te gusta el arroz normal o el parboiled?

- Lo que tú quieras, mi ciela.

VARIOS AÑOS JUNTOS

Llegada esta fase, el asunto de reportarse telefónicamente con la pareja toma las mismas características de las visitas que cada cierto tiempo deben realizar ante el oficial designado las personas en libertad condicional. Un azote de dudas y recriminaciones caerá sobre el forajido que incumpla este requisito de vigilancia penitenciaria:

3:10 pm

- ¿Y tú dónde andas?

- Me quedé sin baterías y ahora es que he podido recargar el móvil.

- ¡Jum!... ¡Qué bonito!, ¿no? Bueno, te me pasas por el súper a hacer las compras porque la nevera está vacía y los muchachos no han comido. ¡Y ni se te ocurra aparecerte sin el arroz!

MUCHO TIEMPO DESPUÉS

5:10 pm

- ¿Qué hay de comer?

- Trae arroz chino porque aquí no hay cachifa.

- Ya te llamo.